Un fin de semana más, la afición de
ese club tan señor (el Real Madrid vaya) ha vuelto a pitar casi todas las
acciones en las que participaba su portero titular, Iker Casillas. Pitos, que han vuelto a poner en entredicho la
continuidad en el club al que tanto le han dado sus paradas, del hasta hace no
mucho tiempo era considerado el gran héroe del Bernabeu.
Es cierto que en los últimos
años, ya sea por acomodamiento o no tener a un portero de gran calidad que le
pusiera las cosas complicadas para conseguir la titularidad, el rendimiento de
Casillas no ha sido el que todo el mundo se esperaba, pero no creo que lo esté
haciendo tan horriblemente mal para este acoso y derribo que practican muchos
amparados por el anonimato de la grada.
Derribo al que llevan colaborando
desde hace un par de años los “periodistas” que le bailan el agua al señor que
ocupa actualmente la presidencia del Real
Madrid (el cual lleva intentando que Casillas
se vaya por su propia voluntad del Madrid desde que fichó a Mou), para obtener
informaciones privilegiadas y entrevistas con los jugadores más interesantes
del momento.
Puede que algunos balones se le
escapen, pero en una enorme cantidad de ocasiones, estos llegan hasta su
posición porque su defensa tiene la misma elasticidad y sentido de ubicación
que un muñeco de futbolín.