Ahora que las
cosas están mucho más tranquilas y que el cabreo se ha rebajado lo suficiente
para no escribir burradas, es el momento de sentarse a analizar todo lo que
sucedió en la tarde-noche del sábado en el estadio del F.C.Barcelona.
¿Mereció ganar el R.Madrid?
Por juego no,
ya que tampoco es que hiciera nada espectacular que merezca ser recordado por
los siglos de los siglos. Si nos fijamos en la actitud y las ganas, ya es otra
cosa totalmente diferente.
En actitud el
equipo de Zidane fue muy superior a un líder de la Liga al que parecía no
importarle demasiado el resultado del partido. Imagino que querrían ganar, pero
daba la impresión de los hombre de arriba estaban mucho más preocupados del
choque de Champions contra el Atlético, que de intentar introducir la pelota en
las redes defendidas por Keylor Navas.
¿En qué falló Luis Enrique?
Básicamente en no saber insuflarles la tensión necesaria para jugar un partido
de esta envergadura (los puntos de ventaja no son excusa). Una falta de
intensidad, que se vio reflejada en los últimos 20 minutos de la segunda parte,
en los que el equipo corría como un pollo sin cabeza dándole todas las
facilidades del mundo a un R.Madrid desatado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Ayúdanos a mejorar con tus comentarios