Tras darle
tiempo más que suficiente para que pudiera volver a llevar al equipo a la buena
senda, el todopoderoso presidente del Chelsea, Roman Abramovich ha tomado la
decisión que todo el mundo esperaba desde hace semanas: decirle a Mourinho, recoge tus cosas y vete a tu
casa.
Una decisión,
que no sabemos porque ha tardado tanto en tomar, ya que como todos sabemos, el
dinero no es ningún problema para el magnate ruso. Imaginamos, que no le ha
dado antes la patada porque la afición seguía respaldándole, a pesar de que se
ha cargado al equipo que el año pasado se impuso con una superioridad
aplastante al resto de sus rivales en la Premier League.
¿Cómo lo ha hecho?
Utilizando el método que mejor domina: el menosprecio a todo aquel que no se
convierte en su lacayo, echar la culpa de todo lo que pase a la prensa y el
árbitro y seguir pensando en que es el mejor entrenador del mundo, digan lo que
digan los resultados.