Ni Claudio
Bravo, que volvía hoy a ser titular tras superar la lesión que lo ha mantenido
inactivo durante varias semanas, ha sido capaz de poner orden en una defensa, que
aunque tiene los mismos hombres, parece completamente diferente a la del año
pasado.
Una defensa
demasiado insegura, que concede demasiadas ventajas al rival y que hoy le ha
permitido a los goleadores del Sevilla
introducir plácidamente el balón en la portería defendida por Bravo.
¿Ha merecido el Sevilla mucho más?
Por supuesto,
ya que a lo largo de toda la primera parte y los primeros 15-20 minutos de la
segunda parte, ha sido amo y señor de juego y de las más claras oportunidades
de gol. No solo ha conseguido dominar al equipo de Luis Enrique en el campo,
también han sido capaces de desquiciar a sus delanteros gracias a la excelsa actuación
de Sergio Rico.
En el otro
lado de la balanza tenemos a un Barça
muy desdibujado, en el que Munir no ha aportado gran cosa y cual tan solo ha
conseguido inquietar verdaderamente a Sergio Rico tras el penalti que hoy si ha
conseguido marcar Neymar.
Resumiendo, un
partido para olvidar, en el que lo único positivo, es que falta un partido
menos para que vuelva Messi.
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