Leo con cierta
preocupación, que tras serle comunicada a los dirigentes del F.C. Barcelona la nueva sanción
impuesta por la UEFA, estos no solo
no están dispuestos a pagarla, sino que además afirman que no van a poner
remedio a la exhibición de las banderas esteladas por parte de sus aficionados.
Unas banderas,
tan ilegales como la del águila negra que en alguna otra ocasión hemos podido
ver en algunos estadios españoles, que no pintan absolutamente en un partido de
fútbol. Ni las banderas, ni los gritos de independencia, ni las declaraciones
de los que están en las altas esferas en las que se mezcla al club con
estupideces políticas, con las que miles de personas no están de acuerdo.
Miles de
personas, que no viven en su presunto país y sin los que de seguir por este
mismo camino, podrían quedarse sin una importante cantidad los jugosos ingresos
que consiguen gracias al dinero de todos esos aficionados no catalanes, gastan
en comprar sus productos oficiales.
Que hagan en
su vida privada lo que les dé la gana, pero que dejen de politizar utilizado al
club como plataforma.
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